Adam Mosseri, CEO de Instagram, ha generado controversia al exigir a sus empleados en Estados Unidos el regreso obligatorio a la oficina cinco días a la semana a partir del 2 de febrero. La medida, justificada bajo el argumento de fomentar la colaboración y la creatividad, busca también un cambio radical en la cultura laboral de la empresa.
Si bien se exime a los empleados remotos y se aplaza la obligatoriedad en Nueva York por problemas de espacio, la decisión marca un giro con respecto a las políticas flexibles de trabajo remoto que caracterizaron la pandemia. La iniciativa de Mosseri no se limita al retorno a la presencialidad, sino que incluye una drástica reducción de reuniones innecesarias y presentaciones extensas.
El CEO propone reemplazar las interminables reuniones y presentaciones de PowerPoint con objetivos claros y un mayor enfoque en la creación de prototipos. Sugiere además que las reuniones individuales sean bisemanales y que los empleados se sientan libres de rechazar aquellas que interfieran con sus “bloques de concentración”.
Para asegurar la efectividad de esta nueva política, Mosseri anunció que cada seis meses se cancelarán todas las reuniones recurrentes, reactivándose únicamente las estrictamente necesarias. En lugar de presentaciones, se priorizarán los prototipos, especialmente para las revisiones de productos, con el objetivo de establecer pruebas de concepto sólidas y comprender mejor las dinámicas sociales.
“Quiero que la mayor parte de su tiempo se centre en la creación de grandes productos, no en la preparación de reuniones”, enfatizó Mosseri, buscando optimizar el tiempo y los recursos de sus empleados. Esta iniciativa se suma a la tendencia de otras grandes tecnológicas de reducir las políticas de trabajo remoto, aunque la propuesta de Instagram destaca por su enfoque en la eliminación de prácticas laborales consideradas improductivas.
¿Una cultura ganadora o un retroceso?
La decisión de Mosseri ha generado debate sobre el futuro del trabajo y la importancia de la presencialidad en la construcción de una cultura corporativa sólida. Si bien algunos aplauden la iniciativa como un impulso a la colaboración y la creatividad, otros la critican como un retroceso que ignora los beneficios del trabajo remoto y la flexibilidad laboral.
El futuro del trabajo en Instagram
Queda por verse si esta nueva política logrará el objetivo de crear una “cultura ganadora” en Instagram. Lo que sí es evidente es que la empresa busca un cambio radical en su forma de trabajar, priorizando la eficiencia, la creatividad y el enfoque en la creación de productos innovadores.