La designación de Nicolás Ramírez como árbitro para el próximo Superclásico entre Boca y River ha desatado una ola de reacciones, especialmente en el lado Xeneize. Si bien Ramírez es considerado uno de los mejores árbitros del fútbol argentino, su historial reciente en partidos contra River Plate ha generado controversia y encendido las alarmas en Boca Juniors.
¿Por qué preocupa la designación de Ramírez en Boca?
El principal motivo de la inquietud en Boca se remonta al último Superclásico disputado en La Bombonera, donde River se llevó la victoria por 1-0. En ese encuentro, Ramírez anuló un gol de Milton Giménez en los minutos finales tras una revisión del VAR, alegando una mano del delantero. La decisión generó un intenso debate y fuertes protestas por parte de los jugadores e hinchas de Boca, quienes también reclamaron un posible penal de Armani sobre Giménez en la misma jugada.
Además, en la última visita de Boca al Monumental, también hubo quejas sobre las rápidas tarjetas amarillas mostradas por Ramírez en el primer tiempo, lo que, según algunos, condicionó el desarrollo del partido.
El perfil de Nicolás Ramírez: ¿garantía de imparcialidad?
Nicolás Ramírez, de 38 años, es un árbitro con una sólida trayectoria y proyección internacional. Ingresó a la lista FIFA en 2023 y se destaca por su presencia, rigor técnico y serenidad. Su experiencia como ex jugador de fútbol le brinda una comprensión profunda del juego, mientras que su formación como profesor de Educación Física y su experiencia laboral en una obra social le otorgan una perspectiva humana poco común en el arbitraje.
Sin embargo, a pesar de sus cualidades y reconocimientos, la polémica generada por sus decisiones en partidos anteriores contra River Plate ha sembrado dudas sobre su imparcialidad en el Superclásico.
El Superclásico: un partido que paraliza al país
El Superclásico entre Boca y River es el partido más importante del fútbol argentino y uno de los clásicos más apasionantes del mundo. Cada encuentro genera una enorme expectativa y paraliza al país. La designación del árbitro siempre es un tema sensible, y en esta ocasión, la elección de Nicolás Ramírez ha añadido un condimento extra de polémica y tensión al ya de por sí explosivo ambiente del Superclásico.
¿Podrá Ramírez dejar atrás las controversias y dirigir el partido con total imparcialidad? ¿O las dudas y sospechas seguirán pesando sobre sus decisiones? El Superclásico está a la vuelta de la esquina, y la respuesta a estas preguntas se develará en el campo de juego.