Sturzenegger y el INTA: ¿Reforma o Vaciamiento? El Campo en Alerta
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Tensión en el Agro: El Futuro del INTA bajo la lupa de Sturzenegger
Las declaraciones del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sobre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) han desatado una ola de preocupación en el sector agropecuario. La Mesa de Enlace, conformada por las principales entidades del campo argentino, ha expresado su inquietud ante lo que consideran un posible "vaciamiento" del instituto.
Sturzenegger cuestionó la eficiencia del INTA, su estructura y su presupuesto, sugiriendo una reorganización profunda que implicaría recortes y una posible pérdida de su autarquía. Sus críticas apuntaron directamente a los centros regionales, donde se llevan a cabo investigaciones, innovaciones y transferencia tecnológica, calificándolos de "cajas".
La Mesa de Enlace, que agrupa a la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria Argentina (FAA), ha respondido con cautela pero firmeza. Si bien reconocen la necesidad de modernizar y mejorar la eficiencia del INTA, se oponen a cualquier medida que comprometa su autarquía y su capacidad para seguir impulsando el desarrollo agropecuario.
¿Qué está en juego?
- Autonomía: El INTA ha sido históricamente un organismo autárquico, lo que le permite tomar decisiones técnicas y financieras con independencia del gobierno de turno. La posible intervención del gobierno en la toma de decisiones genera desconfianza en el sector.
- Centros Regionales: Estos centros son fundamentales para la investigación y la transferencia tecnológica a los productores agropecuarios en todo el país. Su desmantelamiento o debilitamiento podría tener un impacto negativo en la productividad y la competitividad del sector.
- Investigación y Desarrollo: El INTA ha sido pionero en la creación de nuevas variedades de cultivos y tecnologías innovadoras para el agro argentino. Los recortes presupuestarios podrían afectar su capacidad para seguir invirtiendo en investigación y desarrollo.
La situación plantea un desafío para el gobierno, que deberá encontrar un equilibrio entre la necesidad de racionalizar el gasto público y la importancia de preservar una institución clave para el desarrollo del sector agropecuario argentino.
El campo espera respuestas y garantías sobre el futuro del INTA. La incertidumbre podría afectar la confianza de los productores y la inversión en el sector.