EEUU retira personal diplomático de Medio Oriente ante tensiones con Irán
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Estados Unidos está retirando personal diplomático no esencial y familiares de militares de varias ubicaciones en Medio Oriente, en medio de crecientes tensiones regionales. Tanto el Departamento de Estado como el Departamento de Defensa están involucrados en la coordinación de estas salidas.
Si bien no se ha especificado la causa de este repentino cambio de postura, un funcionario de defensa indicó que el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) está monitoreando de cerca una "tensión en desarrollo en el Medio Oriente".
El presidente Donald Trump comentó a los periodistas que la medida se toma debido a la potencial peligrosidad de la región. "Están siendo retirados porque podría ser un lugar peligroso, y veremos qué pasa. Pero ellos se han ido o hemos dado aviso para que se vayan, y veremos qué pasa", afirmó.
Las tensiones entre Irán e Israel han aumentado en las últimas semanas, mientras la administración Trump continúa buscando un nuevo acuerdo nuclear con Irán. Esta escalada, junto con otros factores no especificados, parecen haber motivado la decisión de reducir la presencia de personal estadounidense.
El Secretario de Defensa Pete Hegseth autorizó la salida voluntaria de los familiares de militares de diferentes bases en la región. "La seguridad de nuestros militares y sus familias sigue siendo nuestra máxima prioridad, y el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) está monitoreando la tensión en desarrollo en el Medio Oriente", declaró un funcionario.
Además, el Departamento de Estado se prepara para ordenar la salida del personal no esencial de las embajadas estadounidenses en Irak, Bahréin y Kuwait, así como del consulado en Erbil, en el Kurdistán iraquí. Según fuentes, esto se debe al incremento de los riesgos de seguridad en la zona.
Un funcionario del gobierno iraquí afirmó que los movimientos de personal no están relacionados con Irak.
Implicaciones de la retirada
La reducción de la presencia diplomática y militar de EEUU en Medio Oriente podría interpretarse como una señal de cautela ante una posible escalada del conflicto. Sin embargo, también podría enviar un mensaje de debilidad a sus aliados en la región. Las próximas semanas serán cruciales para observar la evolución de la situación y el impacto de esta decisión en la estabilidad regional.