El mundo Racing se estremece: Gabriel Arias, el arquero que marcó una época, anunció su partida del club al finalizar su contrato. Tras siete años de éxitos, el neuquino nacionalizado chileno le dice adiós a la Academia, dejando un legado imborrable y seis títulos en sus vitrinas. Su último partido en el Cilindro ya quedó grabado en la memoria de los hinchas, quienes lo ovacionaron en la previa del encuentro ante Tigre.
Un adiós anunciado
Si bien los rumores sobre su salida circulaban desde hace semanas, la confirmación sacudió Avellaneda. Arias, relegado al banco de suplentes por el gran presente de Facundo Cambeses, decidió no renovar su vínculo y buscar nuevos desafíos en su carrera. A sus 38 años, el arquero no contempla el retiro y buscará un club donde pueda seguir atajando.
El legado de un campeón
Arias llegó a Racing en 2018 y rápidamente se convirtió en un referente del equipo. Su seguridad bajo los tres palos, su liderazgo y su carisma lo convirtieron en uno de los jugadores más queridos por la afición. Formó parte del equipo campeón de la Superliga 2018-2019, un título que marcó el inicio de una era dorada para la Academia. Además, conquistó el Trofeo de Campeones 2019, la Supercopa Internacional 2022, el Trofeo de Campeones 2022 y la Supercopa Argentina 2022.
- Superliga 2018-2019
- Trofeo de Campeones 2019
- Supercopa Internacional 2022
- Trofeo de Campeones 2022
- Supercopa Argentina 2022
¿Qué le depara el futuro a Arias?
Aunque aún no hay nada confirmado, se especula con que el arquero podría continuar su carrera en el fútbol chileno o en alguna liga exótica. Lo cierto es que Arias quiere seguir jugando y demostrando su valía. Su experiencia y su calidad lo convierten en un jugador atractivo para cualquier equipo que busque un arquero confiable y con liderazgo.
La partida de Arias marca el fin de una era en Racing. El arquero se va como un ídolo, dejando un vacío difícil de llenar. Los hinchas de la Academia siempre recordarán sus atajadas, sus títulos y su entrega incondicional a la camiseta celeste y blanca.