¡Milagro en Tucumán! Joven Interrumpe Su Propio Velorio: "¡Estoy Vivo!"

¡Milagro en Tucumán! Joven Interrumpe Su Propio Velorio: ¡Milagro en Tucumán! Joven Interrumpe Su Propio Velorio: "¡Estoy Vivo!"

¡Inesperado Giro en Tucumán! Joven Regresa de Entre los Muertos

Una historia digna de una comedia argentina se vivió en Villa Carmela, Tucumán. Un joven de 22 años, dado por muerto tras una confusión, interrumpió su propio velorio al grito de "¡Estoy vivo!". El insólito suceso dejó a los presentes entre el espanto y el alivio, marcando un antes y un después en la tranquila localidad.

Todo comenzó cuando la madre del joven, preocupada por su desaparición, identificó erróneamente un cuerpo en la morgue como el de su hijo. El cadáver correspondía a un hombre fallecido en un incidente vial cerca del puente Ingeniero Barros en Alderetes. A pesar de las pericias iniciales que apuntaban a un suicidio, el fiscal Carlos Sale caratuló el caso como homicidio culposo, ordenando una autopsia.

La madre, basándose en la ropa y algunas características físicas, reconoció el cuerpo como el de su hijo. Con el acta de defunción en mano, la familia organizó el velorio. La sorpresa fue mayúscula cuando, en plena ceremonia, el supuesto fallecido apareció, dejando a todos atónitos.

Según relató una vecina, la reacción fue generalizada: "Muchos se espantaron, otros gritaron y lloraron, estábamos helados". La policía fue notificada de inmediato, confirmando la increíble noticia: el joven estaba vivo y en perfecto estado.

¿Dónde Estaba el Joven?

Tras el revuelo, el joven declaró ante el fiscal Sale que había estado consumiendo drogas en otra zona de Alderetes y desconocía la confusión generada por su ausencia. La historia, aunque con un final feliz, pone de manifiesto los errores que pueden ocurrir en la identificación de personas fallecidas y la importancia de una investigación exhaustiva.

Un Error Costoso con un Final Inesperado

El subjefe regional Carlos Ramírez lamentó lo sucedido, pero insistió en que la familia había reconocido el cuerpo, lo que llevó a la entrega del cadáver. Ahora, la justicia deberá determinar cómo se produjo la confusión y tomar las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan. Sin duda, esta historia quedará grabada en la memoria de los tucumanos como un increíble sainete con final feliz.

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