Clásico Marsella-PSG: ¿Más que un partido? Polémica y Balón de Oro
El clásico francés entre el Olympique de Marsella y el PSG siempre genera expectación, pero la edición más reciente estuvo envuelta en controversia. La reprogramación del partido, originalmente prevista para coincidir con la gala del Balón de Oro en París, desató críticas y debates sobre la prioridad del fútbol francés.
Un Clásico Atípico
El encuentro, finalmente disputado el 22 de septiembre de 2025, se vio afectado por un temporal que obligó a posponerlo. Esta situación generó un conflicto de intereses, ya que la gala del Balón de Oro, un evento de gran magnitud para el fútbol francés, coincidió con el clásico. La decisión de la LFP (Liga de Fútbol Profesional) de reprogramar el partido al día siguiente, aunque ajustada al reglamento, fue vista por muchos como un error que restó brillo a ambas celebraciones.
Las Alineaciones y el Juego
En lo deportivo, Luis Enrique, entrenador del PSG, sorprendió con una defensa de cinco, buscando suplir las bajas de jugadores clave como Neves, Doué y Dembélé. El once inicial del PSG fue: Chevalier; Hakimi, Zabarnyi, Pacho, Marquinhos, Nuno Mendes; Zaire-Emery, Vitinha, Fabián; Kvaratskhelia y Gonçalo Ramos.
Por su parte, el Marsella, dirigido por De Zerbi, formó con: Rulli; Pavard, Balerdi, Aguerd, Weah; Hojberg, O'Riley, Palmieri; Greenwood; Paixao, y Gouiri.
Balón de Oro en Segundo Plano
La coincidencia con el Balón de Oro afectó principalmente al PSG, cuyos jugadores nominados, a excepción de los lesionados y Donnarumma (ahora en el City), debieron viajar a Marsella para el partido. Esta situación generó malestar en el club parisino, que vio cómo la fiesta del fútbol francés se empañaba por una decisión organizativa.
El partido, más allá del resultado, dejó en evidencia la necesidad de una mejor coordinación entre los eventos deportivos y las galas de premiación para evitar conflictos y maximizar el impacto positivo en el fútbol francés.
El encuentro estuvo dirigido por el árbitro francés Brisard, quien tuvo una ardua tarea para mantener el orden en un partido de alta tensión y con mucho en juego para ambos equipos.